Muy habitual encontrarla referenciada por su sinónimo Stephanotis floribunda. Es una enredadera originaria de Madagascar, de floración duradera y grandes flores blancas fragantes y hojas verde oscuro, que la ha popularizado como ornamental por todo el mundo, aunque es bastante exigente en temperaturas, por lo que es más frecuente cultivada como planta de interior, pues no resiste bien cuando las temperaturas descienden de 4ºC o superan los 35ºC. También requiere bastante humedad.

Se reproduce fácilmente por esquejado y acodos, pero también produce unos grandes frutos que cuando se abren liberan cientos de semillas con vilanos que se esparcen por el viento (como las semillas de los dientes de león).